El ser humano, que venía acostumbrado a los valses y a los lentos ritmos europeos, se encontró de repente, en los felices años 20, con unos ritmos electrizantes que hacían que la gente saltara; literalmente, por los aires, eran los tiempos del Charleston.
Os preguntaréis porqué os hablo de esto.
Pues bien, para mí, este baile constituye la primera manifestación de la libertad de expresión en la danza del ser humano.
Después de él vendrían el rock and roll y el twist, ritmos igual de frenéticos que hacían que las caderas se moviesen a velocidades vertiginosas.
Más tarde el rock, el heavy metal...
Y ahora el reggeaton...
Sí, con respecto a él hay mucho que decir, pero tengo mis reservas.
O quizás no.
Es una música que, indudablemente incita al baile por su ritmo alegre, pero sus letras dejan bastante que desear.
La denigración hacia la mujer, el desprecio, la infravaloración... Todo ello se ve reflejado en la mayor parte de las canciones de este género.
Sin embargo, esto no es exclusivo del reggeaton, si no que hay muchos otros géneros que también denigran a la mujer. Pero eso daría para otro artículo.
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